Nuestra misión como ministerio de filmación es predicar el evangelio a través de las imágenes que producimos usando los medios de comunicación
Este ministerio empezó a trabajar a fines del año 2003 con la finalidad de poder filmar los eventos de la iglesias como predicaciones, recitales, congresos, convenciones, etc.
Con la idea de poder llegar a muchos a través de este trabajo que hacemos, nos contactamos con los directivos del Canal Luz (Ministerio de la televisión cristiana), para poderle hacer llegar estos materiales para su difusión a través del medio televisivo el cual esta llegando a 7 países y 240 ciudades de América del sur y de esta manera poder ser de bendición y también cumplir con el propósito que Dios nos ha encomendado, Predicar el evangelio, y este es nuestro objetivo.
Los pilares fundamentales de nuestro ministerio se basan en la visión y entendemos por esto la Biblia dice: «…porque Dios es el que en vosotros produce el querer como el hacer, por su buena voluntad…» (Filipenses 2:13).
Visión habla de inspiración, dirección divina, y revelación al alma que nos llevará a cumplir los planes y eternos propósitos de Dios de nuestro ministerio.
La importancia de la visión.
Un texto bíblico muy usado es Proverbios 29:18 (en su versión en inglés), que dice: «…el pueblo sin visión perece…»
El Ministerio Boanerges nace por una visión.
Momento en que comienza a nacer la Visión del Ministerio.
Dentro del panorama que podíamos observar, la visión básica y fundamental de Ministerio se basó en lo siguiente: La necesidad no eran mejores sermones, sino más del obrar de Dios y la expansión rápida del mensaje.
La Biblia dice: «…Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve…» (Hebreos 11:1)
Tener visión es fundamental para saber hacia donde se va, que creer y que esperar. La visión clara estimula y minimiza los escollos del camino. Visión es vida.
Hebreos 12:2, dice: «…puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de el sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios…»
Principios
Que se entiende por principios:
Principios son las bases y fundamentos para la concreción de una visión.
Este Ministerio entiende por principios a aquellas verdades fundamentales que Dios nos ha revelado, por medio del obrar y la renovación del Espíritu Santo.
Desde nuestros comienzos en nuestro ministerio nos aferramos y somos guiados por estas verdades bíblicas y pudimos comenzar a ver cristalizados su sueños de una obra en plena expansión.
La importancia de tener principios y conocerlos.
Dios es un Dios de principios. Jesús, en el Sermón del Monte, estableció los principios fundamentales del reino de Dios (Mateo 5). Conocer y obedecer estos principios produce como resultado una vida dichosa y feliz.
Estos principios y muchos más son comunes a todas las Iglesia y Ministerios de Dios, y obedecerlos trae la bendición de Dios.
A continuación, se han de enumerar cinco principios que constituyen el factor distintivo de la obra de nuestro ministerio. Estos, son los pilares fundamentales sobre los cuales se ha desarrollado y establecido la obra, y que la han llevado a ser lo que es hoy.
Llamamiento
Llamamiento es elección, predestinación, Jesús les dijo a sus discípulos «…No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros…» (Juan 15:16). Es encajar en los planes y propósitos de Dios. Esto tiene mucho que ver con la renovación y el obrar del Espíritu Santo en esta última hora.
En la obra de Dios no hay lugar para voluntarios, sino para llamados.
¿Que es llamamiento?
Llamamiento es la revelación celestial, por medio de la cual un ser humano entiende que Dios lo está requiriendo para una acción en su reino.
La Biblia relata la visión del apóstol Pablo: «…Y se le mostró a Pablo una visión de noche: un varón macedonio estaba en pie, rogándole y diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos. Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el Evangelio…» (Hechos 16:9 y 10). El llamamiento requiere acción.